Long distance
2021
Instalación en el Premio Friends of S.M.A.K. 2021
Stedelijk Museum voor Actuele Kunst, Gent
Jimena Chávez Delion (Lima, 1989) estudió en la ciudad de Lima, y desde entonces su práctica se ha caracterizado por los vínculos entre cultura material, identidad y las relaciones socio-espaciales del cotidiano urbano. Llevó una maestría en artes visuales en ENSAV La Cambre en Bruselas y en el 2019 completó el programa de maestría In Situ3 de la Royal Academy of Fine Arts Antwerp. Su contacto con espacios de comercio multiculturales en las diferentes ciudades que visitó llevó su acercamiento intuitivo a la forma estética a ser un medio para ahondar en ideas como segregación, interculturalidad, olvido y otredad. Esto devino a ser un interés sobre el valor y la relación que tienen los objetos con las relaciones económicas, sus códigos, símbolos y las relaciones sociales en las que se manifiestan.
El tipo de relaciones de las que hablo se encuentran en las lógicas de intercambio que realizamos a diario; desde comprar en una tienda pequeña hasta algo más complejo como solicitar un préstamo a una entidad bancaria para comprar una casa. Esta serie de actividades económicas, en medida que se complejizan, requieren de sistemas que se ocupen de mediar entre nosotros y estas operaciones. En aquel proceso, estos sistemas se transforman, se deslocalizan y vuelven espacios corporativos materiales, como una corteza estética de la experiencia: me refiero a la infraestructura y el diseño que organiza nuestros cuerpos y su comportamiento en estos sitios. Ahí, se produce una burocracia neutral de relaciones idealmente impersonales con los usuarios, que entran en contraste con nuestra cotidianeidad vinculada a algún pequeño comercio, cierta informalidad de economías alternas y que reclaman más bien un espacio desde relaciones interpersonales más cálidas. Chavez Delión explora las formas estéticas y culturales de ambas áreas comerciales específicas como generadores de vínculos; trabajando desde los diferentes niveles de circulación, comunicación e intercambios que coexisten en dichos lugares desde una práctica arqueológica.
Long distance evoca un contraste mediante la materialidad; elementos que representan espacios sociales más espontáneos y materiales moldeados de forma claramente manual. Estas otras formas interrumpen cierta experiencia estética de lo burocrático que nuestra memoria parece reconocer inmediatamente a través de otras texturas y formas más industriales. La instalación demanda una segunda mirada a los pequeños contrastes, a la presencia de cierta marginalidad, cotidianeidad e intercambio espontáneo.
Recorres un banco, hay una sensación de tedio y lentitud. Espera interminable, paradójicamente opuesta a la velocidad con la que la sociedad consume y acelera progresivamente. Todos los elementos tienen un sentido y una función determinada. Hay siempre la posibilidad de hacer hallazgos sutiles en estos espacios: algún desgaste o imperfección. Pero siempre se termina reparando todo, desapareciendo el rastro de las diferencias que podrían volver ese interior tan globalizado en un espacio con particularidades distintivas. No hay espacio para regatear el tipo de cambio o el costo de un producto. Todo responde a un orden inalterable. Su opuesto podría ser acaso el espacio público o el ejercicio del ocio en la intimidad.
En un futuro próximo, estos espacios corporativos serán solo lugares nostálgicos, vestigios en desuso que incluso hoy ya parecen corresponder a un pasado surreal, quizás ese ideal de un sistema cerrado y global persistirá, pero bajo otros medios. Pero esa tendencia a la globalización no será solo regida por la expansión del capital bajo los términos del interés económico de cierta hegemonía, sino también llevada por un espacio multicultural diverso que orgánicamente reestructura nuestra forma de percibir la ciudad y nuestras formas de intercambio: nuevos puestos de comercio de comunidades migrantes, envíos de remesas por necesidad, migración e incluso el solo intercambio de información constante por internet. Esto configura los cambios culturales y estéticos del futuro, abriendo paso a formas estéticas reinventadas que reconfiguran la memoria colectiva.
F: Alexandra Colmenares
F: Dirk Pauwel